Oficina
en Donostia

El local destinado a oficina, se encontraba en acabado de obra. El espacio, prácticamente un rectángulo que se estrecha al fondo del local, tenía dos puntos de iluminación, la fachada propiamente dicha, desde la cual se realiza el acceso al local, y una ventana al fondo del mismo.

Sus propietarios nos marcaron una serie de necesidades y en Arkibide realizamos una distribución que cubría sus expectativas, sobre todo aportando luz a todos los espacios. A partir de aquí el objetivo era realizar la obra en el menor tiempo posible y con unos acabados que aportaran modernidad, orden y sobre todo luminosidad. Para ello se realizaron cierres en vidrio transparente, tanto en uno de los despachos como en la sala de reuniones.

El despacho principal contaba con su propio foco de luz. El resto del local se destina a la zona de trabajo común. Dado que el local tenía bastante altura, se realizó una pasarela a modo de archivo a lo largo del local, a la cual se accede desde una escalera de caracol. Dicha pasarela realizada con una estructura ligera de hierro y cristal resulta estéticamente muy atractiva.

Por lo demás los colores utilizados, escala de grises desde el blanco hasta el negro, crean un entorno neutro, al cual hemos aportado toques puntuales de color que junto con las composiciones dadas por las dobles alturas, dan como resultado perspectivas ordenadas y actuales, con espacios abiertos que dan sensación de amplitud y transparencia.